jueves, 22 de septiembre de 2011

Submarine


El cine en si, por muchas veces llega al punto en que las innovaciones ha demostrado un desgaste. No es que no me gusta vivir nuevas experiencias en el cine, al revés, el cinéfilo de hoy necesita siempre de una renovación pero cuando encontramos algo que no se siente entre los involucrados al público… se viene a fallar. Submarine, comedia dramática producida por Ben Stiller es un ejemplo perfecto que se tienes una formula conocida pero la ejecución hecha con el corazón, se puede hacer la diferencia.

Oliver Tate vive su rutina que siempre hace cuestionamientos de su rol en el mundo. Vive con los padres que no están viviendo el mejor momento del casamiento. Pero, para Oliver, es un rato agradable. Ahora el mismo joven tiene dos objetivos: el primero es tener una relación con la misteriosa Jordana Bevan y lograr en salvar el casamiento de los padres de un amor del pasado de la madre, un guru bizarro.

La novela de Joe Durthorne es retratada con una sensibilidad sin igual por el director Richard Ayoade. La película inhala la transformación de la adolescencia en su esencia y se diferencia por tener una lenguaje que hace el privilegio al publico indie. O sea, dentro de la película hay influenzas del cine francés hasta los videos de grupos británicos. Sin contar que la banda sonora de Alex Turner hace que las mismas lenguajes tengan mucho más vida con su melodía y letras que llegan al espectador.

Submarine es un proyecto maravilloso que salió ese año. Puede se decir que es la película romántica cult del año pero diferente de otras películas romanticas, el fundamental de esa es la llegada de la edad sin caer en las obviedades del género. Quizá en el futuro muy próximo, el nuevo querido por el público. Pero en los días de hoy es una película que transmite el porque es tan especial ser verdadero en el cine. Y esa película es en su pureza.



5 Estrellas - *****

sábado, 10 de septiembre de 2011

El Planeta de Los Simios (R)Evolución


El Planeta de los Simios (R)Evolución sin duda es una de las mejores películas del año. Lo más interesante es que llegó en una avalancha de negatividad que estaba al borde de ser una película mediocre por lo recuerdo pasado de la película de Tim Burton y por el facto de ser un reboot de una serie clásica del cine. Por suerte, la misma peli logra con su potencialidad no solo apenas una nueva visión para las obras antiguas, si no, transformar en real y concreta los primeros pasos del planeta de los simios.

El guion de Rick Jaffa y Amanda Silver hace el debate en algo concreto. El avance del hombre en la tecnología genética para por lo menos crear nuevas curas a enfermedades que muchos consideran imposibles encontrar la cura. En la película la enfermedad es el Alzheimer y los “cobayos” son los simios. Por ese punto muchos pueden decir que eso es ficción, pero es la realidad y tomando eso, se desarrolla la concepción de evolución de Ceasar un simio expuesto a esas modificaciones por la cuestión de la ciencia.

Por ese punto, el guion empieza a hablar de dos temas interesantes. Uno es la humanización hasta la mitad de la trama cuando el foco es la relación entre Ceasar, el cientista Will Rodman (James Franco) y su entorno. Y el otro de la hominización de Ceasar y el rol cruel pero verdadero de Dogde Landon (Tom Felton) en lo cual empieza en nuestro personaje principal, el momento fundamental para una revolución que el hombre sin duda no se debe estar en su futuro.

Otro debate que la peli crea es de cómo el hombre no tiene la capacidad de no aceptar la cuestión de la evolución. Esa peli al lado de X-Men Primera Generación hacen cuestionamientos sobre el rol del hombre al facto de que él mismo no soporta a idea o tiene un miedo creciente en saber que existe un ser que logra en tener una capacidad de visión más allá del hombre. Es interesante de tema como ese ser desarrollado en una película dicha blockbuster.

En síntesis, Planeta de Los Simios (R)Evolución es una película atípica de Hollywood por lograr dentro de su mismo proyecto, debatir temas más allá de la comprensión de comida chatarra que hace esos mismos blockbusters. Debería ter hablado del obvio que es el espectáculo de los efectos especiales y de la actuación sin igual de Andy Serkis. Pero, se hay tanto para reflexionar dentro del proyecto que al final de todo, es mejor quedar en la cabeza las ideas que la peli carga dentro de sí que hablar de un efecto revolucionario. Sin duda una película sorprendente.

5 estrellas - *****

jueves, 1 de septiembre de 2011

No Le Temas a La Oscuridad

Guillermo del Toro, dueño de una mente fantástica al respecto al cine fantástico siempre caminando al borde de temas que crean fascino y miedo al espectador. Regresa al cine con la producción No Le Temas La Oscuridad, que es un “remake” de una película de los años 70 hecha para la televisión y cuenta en el reparto Katie Holmes, Guy Pearce y la niña Bailee Madison.


La niña Sally empieza a vivir con su papá y su madrastra en una mansión en lo cual el casal hace una restauración para vender. La casa tiene un gran valor ya que un famoso pintor tenia vivido en el pasado. Y sin querer, la niña encuentra en el sótano sin querer una puerta en lo cual viven algo desconocido y poco a poco esos seres desconocidos quieren llevar a la pequeña Sally a la oscuridad.

No Le Temas La Oscuridad tiene un guion interesante, así demostrando una tendencia de Del Toro crear para el espectador lo que podemos decir, un terror sin restricción de edad. O sea, la tentativa de la película es clara para iniciar los más chiquitos al género con un proyecto que busca la creación de la tensión y del miedo sin crear momentos gratuitos de susto. Por suerte, los involucrados logran de una manera correcta su objetivo.


Toda la película imprime el lenguaje de la construcción del miedo. Toda la tensión es dada en pocas dosis al espectador y quedando más pesado hasta llegar al final de la película con una estructura impar. Katie Holmes nunca fue una gran actriz pero está bien encuadrada al lo que se refiere al personaje. Pero la verdadera joya de la película es sin duda Bailee Madison. Su personaje, Sally, es un encanto en escena. Ella con su mirada inocente y la inquietud de la edad lo hace que el espectador quede preso en los momentos de tensiones que el proyecto tiene. Guy Pearce aparece poco pero no es un personaje tan fundamental cuanto es la madrastra y su hija.

No Le Temas a La Oscuridad brilla por no traer nuevas lenguajes y si por hacer lo que los grandes maestros del género hace, una construcción del miedo hasta el punto de que los sustos y los gritos salen al natural. Una de las mejores cosas que salió de la mente de Del Toro desde El Espinazo del Diablo. Una pequeña joya que sin duda que tiene que ser disfrutado en la pantalla grande y todo que la sala oscura tiene a dar al espectador.

4 estrellas - ****