Cuantas veces, usted, espectador, se ha visto con esa situación. Miras
una película que sigue una receta de postre tan rígida que al fin de todo,
mismo teniendo un buen tiempo mirando la misma, siente al final que sería bueno
tener otro gusto. Siempre quedamos agradecidos cuando se viene una película que
inicialmente tiene una propuesta sencilla pero que puede ser desdoblado y
explorar otros temas sin miedo de hacer algo distinto. Quizás en las películas
blockbusters, eso es arriesgado y muchas veces falla miserablemente. Pero en el
cine independiente, eso es una virtud.
Un ejemplo bien actual es la nueva película de Adam Wingard y Simon
Barrett llamada The Guest. Los mismos regresan las fuerzas después de la
increíble pequeña joya You’re Next, slasher que toma el jugo del género que
hizo popular de los años 80 con giros que no pueden ser innovadores, pero que
ayudan a tener la historia algo fresco, que deja tener una tonada más
arriesgada y fresca a los amantes del género. Y para seguir la regla, The Guest
también sigue esa misma línea de cambiar rótulos.
Su historia puedes resumir en una línea o hasta menos: Un soldado
llamado “David” (interpretado brillantemente por Dan Stevens) llega a casa de
una familia diciendo que conoce el hijo de la casa que fue muerto en el campo
de batalla. La familia en duelo por la muerte del hijo acepta el extraño en la
casa. Pero Anne (Maika Monroe) empieza a sospechar que David, el buen tipo,
pueda ocultar algo macabro por detrás de sus ojos.
En sus primeros diálogos la película ya entrega sin miedo los caminos
que va a seguir hasta el final, las películas de home invasion. O sea, un
extraño entra en su casa, genera una sensación de incómodo y muy pronto viene
la revelación de la película y de ahí empieza, a lo que muchos dicen ejercicio
de tensión en un espacio limitado. Prácticamente muchas películas de los años
80 y meados de los 90 trabajaran con ese estilo de suspenso. Algunos fueran
exitosos y otros no.
Uno de los mejores aspectos de la película está en eso: el incómodo. Ese
aspecto es muy sencillo. Directamente en sus primeros minutos, “David” logra
crear una simpatía y una comunicación con el espectador. Pero al mismo tiempo,
con un juego de camera fundamental (eso, Adam Wingard tiene bien claro), se
denota una oscuridad al personaje que por muchas escenas, se convierte sofocante.
Más aún para Anne, que a su punto de vista (y quizás se convierta el punto de
vista del espectador) es una cuestión de tiempo para la explosión.
Quizás, gracias a la actuación más que brillante de Dan Stevens hace que
toda esa propuesta del incómodo sea algo creíble. Más allá, Adam Wingard sabe
de la importancia de tener una Scream Queen fuerte para el proyecto y Maika
Monroe brilla en el rol de Anna que su participación para el acto, asi como fue
con Sharni Vinsion en You’re Next es gradual hasta se convertir en una Scream
Queen Badass. Y para no olvidar, una de las más increíbles soundtracks que ha
dejado en 2014. Tiene la misma potencia del syntec-fuck que lleva el videojuego
Hotline Miami en su banda sonora y con el climax, las músicas y el tono llevan
al espectador al punto máximo de lo que pasa adentro de la película.
The Guest no es solo una sorpresa en 2014, pero sin duda una de las
mejores películas del año. Sólida, arriesgada a tomar rumbos sin miedo de las consecuencias
y una tonada vintage que no se limita a una homenaje, y si hacer adentro del
genero una subversión. La película tiene la llave perfecta para no solamente
para el género del terror, pero también para otros que la subversión al tema
haciendo de una manera correcta, se convierte en un cine distinto. Un cine que
no se preocupa en ser perfecto o elaborado, y sin un cine que se preocupa en
contar a su idea para el público que desea.
The Guest
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